Las criptomonedas
Cuando estamos en la búsqueda de saber qué es una criptomoneda, podemos notar que también son llamadas criptodivisas o criptoactivos, lo cual se considera un medio digital para el intercambio. ¿Pero cómo sabemos a qué se debe el intercambio? Pues, su función principal es la de una moneda, y es por ello que se les entiende por ese nombre. De igual forma, es algo plenamente digital, que necesita de métodos criptográficos que puedan asegurar una transacción financiera, el orden en el control de unidades que sean una creación nueva y estar al tanto de cómo se están haciendo las transferencias de activos.
Y es por esta razón que podemos considerar como alternativas descentralizadas a las monedas digitales. “Descentralizado” significa que estas monedas no están controladas por una sola administración o empresa. Lo mismo sucede con las monedas tradicionales que están reguladas y centralizadas por corporaciones y bancos, por lo que es lo opuesto a las dos.
Pero ¿Cómo se puede conocer mejor el mundo de las criptomonedas? Bueno, es necesario que primero comprendas algunos conceptos básicos. El primero, es que se apoya en una red descentralizada de ordenadores, que son nodos repartidos por todo el mundo que contienen copias de todas las transacciones ejecutadas. El segundo concepto es que los mineros, son las personas que pertenecen a los nodos, y cuando se producen nuevos bitcoins, tienen un incentivo para distribuirlos a las personas que pertenecen a esos nodos.
Otro concepto importante es la bolsa de valores, estas empresas hacen posible convertir monedas como el euro o el dólar en bitcoins y acceder al mundo más fácilmente. Cuando los recibes, se almacenan en un “wallet”, monedero o como prefieras llamarlo, que es una aplicación que te permite almacenarlos o canjearlos.
¿Cuántas criptomonedas hay? Depende de cómo se cuenten. Si estuviste atento, podrás darte cuenta que ya mencionamos una de ellas anteriormente. Algunas pueden ser los Bitcoin, altcoins, stablecoins, tokens de gobierno, NFT… hay mucha superposición entre las categorías. Una cosa que podemos decirte con certeza es que no importa qué tipo de inversión o proyecto puedas considerar, sin duda encontrarás que hay muchas criptomonedas que pueden ayudarte, como tal es el caso del Token PP23 que te garantiza que tus finanzas no estarán en riesgo.
Al principio puede ser un poco abrumador ver y escuchar tantos nombres, pero una vez que te familiarizas todo se vuelve mucho más fácil y atrayente. Por esa misma razón, es que nos gustaría contarte cómo surgió todo… Hace algún tiempo, a medida que aumentaba la población y las transacciones, el sistema comenzó a tener problemas. La solución surgió de la creación de una moneda fiduciaria, que brindara la confianza en una promesa de pago al regulador. El sistema ya no se basaba en el valor de los metales preciosos, sino en la creencia general de que la plata tenía valor.
Un tipo de moneda de curso legal es la moneda de curso legal denominada moneda fiduciaria. Pasó rápidamente a ser dinero porque el gobierno lo apoyaba y declaraba que era un pago legal. Pero, luego de que Richard Nixon abandonara unilateralmente el patrón oro en 1971, el dólar se convirtió en la moneda de curso legal de facto. El euro, el yen o las monedas gubernamentales convencionales eran de curso legal.
La mayor ventaja, es que el valor de las monedas fiduciarias se puede manipular, al igual que los gobiernos pueden devaluar las monedas. Actualmente, las monedas fiduciarias no tienen unidades fijas que puedan emitirse, y no existe un patrón consistente o esperado en cuanto a cuándo se emitirán y cómo se distribuirán.
La integridad y el saldo de la cuenta son mantenidos por una comunidad llamada mineros que usan sus computadoras para “minar” o crear nuevas unidades monetarias, verificar transacciones y su historial, y agregarlas a una base de datos pública.
Las criptomonedas no cuentan con el seguro del gobierno como son los depósitos bancarios. Lo que puede dar la idea de que las criptomonedas almacenadas en línea no ofrecen la misma protección que el dinero depositado en una cuenta bancaria. El mercado de criptomonedas permite la construcción descentralizada de muchas herramientas y servicios. Esto es lo que hace que el proceso sea transparente. Y se debe principalmente a la cadena de bloques de transacciones y contratos inteligentes que permiten la automatización de instrumentos financieros cuando no se requiere la intervención de terceros.
Para que estés más seguro, te vamos a simplificar un poco la información: los intercambios totalmente digitales utilizan una criptografía fuerte para proteger las transacciones y su función principal es ser un sistema de dinero electrónico que no es propiedad de una sola parte. Una buena criptomoneda está descentralizada y no hay un banco central ni un subconjunto de usuarios que pueda cambiar las reglas sin consenso. Los miembros de la red (nodos) ejecutan un software que los conecta con otros miembros y les permite intercambiar información entre ellos.
¿Cómo podríamos establecer contacto con esto? Los usuarios deben comunicarse a través de un servidor central. No hay jerarquía: los nodos están conectados y se pasan información unos a otros. La naturaleza descentralizada de las redes de criptomonedas las hace muy resistentes a la desconexión o la censura. Sin embargo, la inestabilidad del servidor principal es suficiente para hacer caer la red centralizada. Si la base de datos del banco se borra y no hay copias de seguridad, será muy difícil seguir los saldos de los usuarios.
En el caso de las criptomonedas, los nodos guardan copias de sus bases de datos. En la práctica, cada nodo actúa como su propio servidor. Los nodos individuales pueden estar “desconectados”, pero sus compañeros pueden seguir recibiendo información de otros nodos.
En consecuencia, las criptomonedas funcionan las 24 horas del día, todos los días del año. Permiten transferir valor a cualquier parte del mundo sin intermediarios. Por esta razón, a menudo se les califica de ilegales ya que cualquier persona con una conexión a Internet puede transferir fondos. Algo que está muy lejos de la realidad.